Como consecuencia de la intubación, si ésta es muy larga, las cuerdas vocales pueden perder fuerza o sufrir una parálisis. Por ello, estas personas tendrán una voz más soplada reflejando que hay más aire que ve.
En esta situación se hace evidente la rehabilitación logopédica para evitar daños a nivel orgánico. Es decir, puede darse que el sujeto al ver que no tiene voz, la fuerce más.
De este modo, y si no cuenta con las estrategias necesarias, se da origen a nódulos o pólipos por mal uso y abuso vocal. El logopeda trabajará el movimiento normal de esta cuerda vocal afectada para que vuelva a la «normalidad» en la medida de lo posible.